Antes del primer lavado, remoja la prenda en agua fría con una taza de sal.
Esto ayuda a sellar los tintes y evitar que destiñan.
Haz una mezcla de agua caliente con 4 cucharadas de sal y frota la mancha.
Ideal para axilas de camisas blancas.
Aplica sal directamente sobre la mancha fresca. Absorbe el líquido y evita que se fije. Luego lava como de costumbre.
Agrega media taza de sal + media taza de bicarbonato al lavado.
Devuelve el brillo a la ropa blanca sin dañarla.
Añade una cucharada de sal al ciclo de lavado.
Ayuda a mantener el color oscuro por más tiempo.
Haz una pasta con sal y jugo de limón, aplícala sobre la mancha, deja secar al sol y luego lava.
Remedio natural y efectivo.
Remoja la prenda en agua con sal por 1 hora antes del lavado.
Útil para ropa deportiva o de cocina.
Una taza de sal gruesa en el enjuague puede ayudar a suavizar telas sin químicos.
Especial para toallas y ropa de cama.
Aplica sal y un poco de agua fría, frota y luego lava normalmente.
Remójalas con agua salada antes de colgarlas.
Crea una barrera contra la humedad.
